Diferencias entre las coronas e incrustaciones

Diferencias entre las coronas e incrustaciones

Coronas e incrustaciones dentales. ¿En qué se diferencian?

Aunque a veces puedan confundirse, o pensarse que son tratamientos similares y aplicables en la misma situación, existen diferencias entre las coronas e incrustaciones dentales, si bien en ambos casos estamos hablando de restauración dental. Desde San Lázaro, vamos a intentar dejaros claro qué es y en qué consiste cada uno de estos tratamientos, empezando por su definición.

Definiendo ambos conceptos

Si hablamos de coronas dentales, nos estamos refiriendo a una prótesis hecha a medida, para cada paciente concreto, que funciona a modo de pequeña funda que nos permite cubrir por completo el diente. Al cubrir el diente, y siendo de muy alta calidad, simulan a la perfección la pieza natural, y pueden durar hasta 25 años, siempre dependiendo del cuidado y de la higiene bucodental.

La incrustación dental, en cambio es una restauración parcial de la pieza, y se emplea cuando se ha dado una pérdida moderada en la estructura del diente. Si bien es igualmente a medida, no se trata de una funda, sino que se podría comparar más a un empaste, uno más elaborado que encaja a la perfección en la armonía y anatomía de la dentadura del paciente. Este elemento supone un avance muy importante en la odontología, ya que ofrece una fantástica resistencia, compatibilidad y estética.

¿Cuáles son las diferencias entre ambas?

Las coronas dentales, como hemos dicho, son fundas, que tienen forma de diente y que se colocan sobre la pieza natural, cubriéndola por completo. Se utilizan para recuperar la forma, el tamaño y la funcionalidad del diente.

En el caso de las incrustaciones dentales, en cambio, se usan no solo cuando la estética dental es necesaria, sino también en los márgenes supragingivales, en piezas con endodoncia, en restauraciones con prótesis dentales y en pacientes con pocas caries dentales.

Mientras, las coronas dentales son muy habituales en las caries avanzadas, dientes que presentan desgaste, fracturas, etc. Entre ambas hay una diferencia muy notable en cuanto a la estética, siendo mayor en la incrustación, además de que hay mayor garantía de recuperar la función del masticado. Por otro lado, no requiere el tallado que las coronas sí necesitan de toda la estructura del diente, y se puede preservar la estructura.

Además, mientras que en un diente reconstruido hay un mayor riesgo de desgaste, este es menor en el caso de las incrustaciones. Por último, los materiales empleados son muy distintos, ya que podemos encontrar coronas de resina o cerámica, mientras que la incrustación suele estar elaborada con porcelana, circonio, metal, composite o aleaciones de oro.

Estas son las principales diferencias entre las coronas e incrustaciones dentales. Como veis, su funcionalidad varía dependiendo de cada situación. Si tenéis sospecha de que vuestra dentadura puede necesitar cualquiera de estos tratamientos, recordad acudir siempre a un especialista. Podéis pedir cita haciendo click aquí.

0 Comentarios

Sorry, the comment form is closed at this time.